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Cine sobre ruedas: dos películas para moteros

Si sos un verdadero fanático de las motos hoy te recomendaremos dos películas muy distintas pero unidas por una misma pasión. Buscá pochoclo, calentá el control remoto y arrancá.

 

Busco mi destino.

 

O, como se llama originalmente, Easy Rider, es la piedra fundamental del género road movie. Filmada con un muy escaso presupuesto y dirigida por Dennis Hopper en el cenit de su talento y de su locura lisérgica, es también uno de los primeros rugidos del cine independiente americano. 

 

Billy (el mismo Dennis Hopper) y Wyatt (Peter Fonda, también guionista de la película) deciden cruzar el sur de los Estados Unidos en moto para llegar al festival Mardi Gras en New Orleans. Para lograrlo se financian de diversas actividades no santas y a lo largo de la aventura se encontrarán con ese zoológico tan fascinante como hostil que puede ser la América profunda.

La película comparte con otras de la época (Deliverance, El loco de la motosierra) el desencanto del sueño hippie, en el que salir al encuentro con la naturaleza o la comunidad puede resultar menos ideal de lo que se piensa. También es una de las primeras del movimiento llamado Nuevo Cine Estadounidense, de los 70, que incluye a cineastas como Spielberg, Scorsese, Coppola, De Palma y varios más.

 

Las dos motos que se usaron fueron dos Harley-Davidson Capitán América armadas por el mismo Peter Fonda y una de ellas fue destruida en la escena final. Aunque se cuenta que en realidad se hicieron cuatro motos y las tres restantes fueron a parar al taller de Fonda hasta ser robadas luego. 

 

Además, ver Busco mi destino es asegurarse escuchar una buena cantidad canciones imprescindibles, y es por eso que la música de la película es considerada la banda sonora de cualquier motoquero. ¿Una muy buena noticia? Está en Netflix.

 

Hot Rod.

 

Con un tono muy distinto, menos galardonada, pero mucho más hilarante, Hot Rod es un verdadero canto de amor al arte motero.

 

Rod Kimble (Andy Samberg) es un fanático de Evel Knievel, aspirante a ser el mejor acróbata motorizado pero con las aptitudes para ser el peor. Desafiado por su padre, quien lo menosprecia constantemente, decide prepararse para una proeza para la que claramente no está calificado. Por supuesto que en el medio vivirá un sinfín de situaciones desopilantes.

 

La película está llena de homenajes y parodias al mundo tuerquero y tiene momentos de comedia altísimos, muchos relacionados a la música, como suele suceder con las películas de Andy Samberg.

 

Esta escena-videoclip es antológica; comienza inspirada en Rambo y/o Rocky, mostrando un entrenamiento inspirador, y termina en un desmán en las calles, una rebelión social solo guiada por la motivación de la canción que la musicaliza (You’re the Voice) y con Danny McBride robándose un televisor.

 

https://www.youtube.com/watch?v=jVjgY427qW8

 

La película es tan buena y graciosa como una película de accidentes bien filmados puede ser. Otra buena noticia: está en HBO. 

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